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martes, 16 de marzo de 2010

Vamos a poner las cosas en su sitio

De un tiempo a esta parte tengo la sensación, que todo está cambiando tan rápido que me pierdo muchas cosas, quizás porque la actual recesión económica no me permite pensar demasiado en otra cosa que no sea trabajo, y más trabajo. Pero lo más preocupante , no es eso, es la cantidad de tonterías que escucho a diario, por ejemplo: la culpa de todo la tiene zapatero, hay casi cinco millones de parados, nos van a echar de la comunidad europea, etc... Y seguramente haya algo o mucho de razón en todo eso, pero mi realidad es la siguiente.

Soy editor de prensa gratuita desde hace quince años, pago actualmente 251 euros al mes de autónomo "por ir a trabajar", y jamás en la vida, absolutamente nadie se ha preocupado por mi como se preocupan por los trabajadores que son despedidos, y aparte de la indemnización les queda un subsidio de desempleo que en la mayoría de los casos, agotan antes de volver a buscar trabajo o a trabajar, y cursos de formación y reciclaje para su re-inserción al mercado laboral.

Vamos, en definitiva, que pertenezco a ese colectivo nacional de pringaos que tiramos del carro y del que si te va bien eres un c... que te estás forrando a costa de los trabajadores, y si te va mal, pues casi que te lo mereces.

Bueno, después de haberme desahogado un poco, cosa de la cual, tengo derecho. Voy a empezar a comentaros algunas cosas y casos que me pasan en el día a día y que por mas vueltas que le doy no consigo entender.
Se supone que en tiempos de crisis, los comercios y pequeñas empresas deberían promocionar sus productos para compensar el decrecimiento generalizado del consumo, o bien publicitar productos novedosos y descuentos u ofertas que motiven al consumidor a comprar. Pues bien, esto que es tan obvio y de sentido común se contradice con la realidad del comercio local que hace que el marketing, las técnicas de venta, etc... no sirvan para nada ante un sector a la deriva que en lugar de luchar contra las grandes superficies que cada día dan más facilidades de compra a sus clientes esperan sentados que cambie la situación económica, por arte de magia, y todo vuelva a ser como antes. Ja, ja, ja, el pequeño comercio se está dejando "invadir"sin luchar contra las nuevas tendencias y usos que los consumidores demandan. Ahí van algunos ejemplos y cambios que se han producido en esta década, y que hacen necesaria una adaptación urgente de nuestro comercio.

Grandes superficies en cada población, locutorios, pequeñas tiendas de alimentación abiertas de Lunes a Domingo, Doner Kebab, arreglos rápidos de ropa, Woks, tiendas chinas con toda clase de productos, Oulets de ropa, etc,... y para colmo, INTERNET. Redes sociales, telefonía móvil, tiendas y supermercados online....
¿Alguien cree, sinceramente, que se puede seguir teniendo un negocio, sin reaccionar, y esperando que entren los clientes por la puerta sin invertir más tiempo y más dinero?.

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